jueves, 8 de noviembre de 2018

DRJF 2018 - Omara Portuondo, una noche para no olvidar ...

Dominican Republic Jazz Festival 2018
Omara Portuondo, una noche para no olvidar ...
Por Luisa Rebecca Valentín

El cierre de la vigésimo segunda edición del consolidado Dominican Republic Jazz Festival resultó ser una noche para no olvidar. Con la presencia de la legendaria cantante cubana Omara Portuondo, el público presente vivió una memorable noche que se inició con el aplauso de pie de un público que disfrutó de la actuación de la gran estrella de esta edición.
 
El viernes, el programa incluyó a Tutty Druyan y Edmar Colón, ella con una bellísima voz, él un músico que se perfila con un futuro promisorio en el instrumento. "Soñando con Puerto Rico", de Bobby Capó, fue una de las piezas de su repertorio. La misma que incluye en su disco "Obsesión" el también saxofonista y puertorriqueño David Sánchez, quien ha servido de inspiración para él.

En Edmar, a quien habíamos visto ya en el año 2015, se notan sus progresos, la amplitud en el vocabulario musical y el dominio y confianza cada vez mayor, que tiene en el instrumento. Edmar, entre secuencias melódicas, inserta una nota grave y redonda que resulta ser un punto de giro que matiza y da viveza a su música.

Otra de las atracciones de esta versión fue el legendario grupo Bonyé, conformado por un grupo de excelentes músicos y cantantes dominicanos, una tradición en las Ruinas de San Francisco en tarde de domingo en la capital. Bonyé es una antología de música antillana, que incluye son, guaracha, guaguancó, merengue y salsa, todo bajo el amparo y custodia de este vigoroso grupo de adultos mayores que encuentran alegría cada vez que suben a tarima y a su vez, la contagian a sus seguidores.

Desde "Caña brava", "Salve de los guandulitos", "Chencha y Bonyé", una coposición de Raúl, músico de Villa Mella e integrante del grupo, "El guardia del arsenal" de Luis Días, hasta "Chan chan", de Compay Segundo. No faltaron "Compadre Pedro Juan" de Luis Alberti y "Sonido bestial", una descarga salsera de Richie Ray y Bobby Cruz. Le siguieron merengues tradicionales que la gente de todas las edades bailó.

 
El sábado, el festival recibió además al grupo de embajadores musicales de Berklee College of Music de Boston (BGJI) integrado por José Soto, de Costa Rica, al piano; Minnie Jordan, al violín, de Texas; Nico Guerrero, de Colombia, al piano; Rosanna, de Alemania, al contrabajo; Faris Ishaq, de Palestina en la flauta árabe, bajo la dirección de Marco Pignataro en el saxo. Además, Yaira, de Filipinas y Chloé Brisson de Estados Unidos, en las voces. La primera, con excelente manejo del español y del fraseo, con una hermosa y etérea voz, pero sin salir de los mismos tonos; la segunda, con esa presencia de artista en escena y con una voz versátil, que maneja distintas tonalidades. Graves, agudos, rapidez, lentitud, inflexiones, entonaciones variadas, acrisolan una vocalista con mucho potencial. Las piezas escogidas, "Alfonsina y el mar", "You are everything" y "Farfalina", una composición de Marco Pignataro.

La noche del sábado se presentó la reconocida cantante brasileña Luciana Souza. Inició con un tema escrito por Djavan. Contagia desde el inicio la acompasada voz musical, la voz del pandero, trae un inmenso Brasil en sus canciones: Joao Gilberto, Antonio Carlos Jobim, Luis Gonazaga, entre otros. Los temas escogidos incluyen "Chega de saudade", "Corcovado", "Girl from Ipanema", "Desafinado", "Adeus América", "Aguas de marzo", entre otras. Su voz es un pandero, su voz es la musicalidad de Brasil en esta pequeña mujer que cascabelea y se crece en escena y logra inmediata empatía con el público.  
Con 88 años de edad y más de 70 años en la escena artística, para el Dominican Republic Jazz Festival, cerrar con la gran Omara Portuondo ha sido un lujo. La gran dama del "filin" cubano, contó con el respaldo de bajo, batería, percusión y piano, este último de geniales condiciones en talento y disciplina. Iniciaron con "El manicero", de Moisés Simons, a modo de descarga que abrió el camino de identidad para recibir a la reina.

Ovacionada de pie, Omara Portuondo entró con sus años a cuesta y con la "Noche cubana" de César Portillo de la Luz. Siguieron "Lo que me queda por vivir", "Tal vez", "Tres palabras" de Osvaldo Farrés, "Lágrimas negras" de Miguel Matamoros. Ella toma ahora una pausa y los músicos continúan con "Tres lindas cubanas". Ante un público que ruge de pie, aplaude y canta, la dama del bolero cubano interpreta "Veinte años" de María Teresa Veras, "Dos gardenias" de Isolina Carrillo, "Cómo fue" de Ernesto Duarte. "La última noche"", "Bésame mucho", "Sitiera", "Guantanamera", entre otros. La gente dijo adiós con los aplausos y las emociones.
Una super banda de músicos dominicanos con El Prodigio, Sandy Gabriel, Mini Mambo, Rafelito Mirabal y un respaldo musical típico interpretaron estándares de jazz, temas de Luis Días, Bule Luna y Mirabal, para cerrar con merengue y jazz ripiao, esta edición veintidós del festival.

NOTA: 
Este artículo fue escrito por nuestra amiga, periodista, actriz, escritora y melómana Luisa Rebecca Valentín; igualmente las fotos que acompañan el texto nos fueron enviadas por ella. Nuestras gracias a ella por compartir el mismo con nuestros lectores!!

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