Amanecí tarareando

Amanecí tarareando por Alfredo Prida

Amanecí tarareando “tengo el alma en pedazos, ya no aguanto esta pena…”. Pero hoy mi alma está entera y rebosante de alegría, porque anoche tuvimos la oportunidad de disfrutar de un concierto fenomenal, en un lugar extraordinario y con una compañía maravillosa.

Gracias, Pengbian, de todo corazón, por esa magnífica música que llenó de cálidas emociones nuestros espíritus. ¡Qué delicia! Un trabajo de características sobresalientes, de la más exquisita calidad mundial. En la dedicatoria del CD, dices que “No tiene pretensiones antológicas, sociológicas ni históricas.”, pero yo creo que en esas palabras has dejado escapar tu modestia. Mi opinión personal es que esta obra es las tres cosas. Y el tiempo se encargará de demostrarlo. Gracias a esos músicos formidables que nos transmiten con su fervor la cosquillosa sensación de sentir dentro de nosotros la “despeinada” que les han dado a esas canciones nuestras.

Gracias, Fernando e Ilusha, anfitriones inigualables, por ese trabajo arduo y continuo para brindarnos lo mejor en el ámbito de la música más bonita en los ambientes más gratos y acogedores. También al grupo de staff de Jazz en Dominicana y Retro Jazz por sus atenciones y un trabajo bien hecho.

Gracias, personal de Las Terrazas del Mesón, por su amabilidad y un servicio impecable.

Nota: Fotos cortesía de Quemashago.com