viernes, 10 de noviembre de 2017

DR Jazz Festival - 21 años celebrando la Música

 
DR Jazz Festival 2017 - 21 años celebrando la Música
por Luisa Rebecca Valentín

El Dominican Republic Jazz Festival arribó exitosamente a sus 21 años. Ha logrado con solidez y robusto entusiasmo su mayoría de edad producto del trabajo tesonero de un grupo de decididos colaboradores que han logrado establecer el festival de jazz como el más sólido, abierto y popular de toda la República Dominicana.

 Roni Eytan, es la segunda vez que participa en el festival, de la boca de su armónica, microtonal, instrumento diseñado especialmente para él. Trajo una selección de piezas que conjugan el jazz, música medio oriental y andaluza, con mucho de Israel, a cuyo ritmo danzaron y tocaron, encendiendo la noche. Es que Israel siempre sorprende con la calidad impecable de los exponentes que envía. Una agrupación conformada por piano, bajo y batería sirvió de plataforma a Eytan, quien conmovió con su emotiva y sentida función. Anat Cohen, con una banda integrada por trompeta, trombón, bajo, piano y batería, músicos de distintas nacionalidades con quienes a penas había intercambiado notas musicales días antes, con quienes dijo sentirse muy a gusto de conversar de un corazón a otro, pudo presentar su propuesta que sintonizó con el público inmediatamente, vinieron a demostrar unidad, libertad, destreza y entrega.

 
En Puerto Plata, Guy Frómeta subió con su música, mostrando su profesionalidad, habilidad en la batería y talento. El Trío Da Paz de Brasil es un exquisito manojo de lo mejor de los temas de Jobim, con tanta identidad y sabor brasileño. Todo tocado con maestría, subieron luego George Garzone, Marco Pignataro, Bryan Linch y Sean Jones, todos embrujados por ese gusto por tocar, se unieron en el escenario a jazzear, a gozar de la improvisación sobre la base de las canciones de Jobim.

Los músicos del Berklee Global Jazz Institute, estudiantes destacados que por su desempeño son integrados en giras de promoción de la prestigiosa escuela musical mostraron sus progresos y talentos expresados como promesa de convertirse en grandes músicos. Con la dirección de George Garzone, un veterano saxofonista y probado instructor, los jóvenes músicos conformaron tremenda banda que incluyó piezas de jazz tradicional y composiciones propias.

Sean Jones, trompetista, se presentó con su banda dejando sentir su marcada influencia del gospel. Trajo un repertorio combinando momentos de intensidad musical con apacibles intervalos de exquisita intimidad y notas alargadas. La noche del sábado cerró con el también trompetista Brian Lynch, músico de larga data con experiencia al lado de los más importantes exponentes de la música latina. Estuvo acompañado de músicos de Cuba y Venezuela que supieron imprimir sabor a la noche. Un Lynch incansable, "gringo", pero con intenso ritmo tropical en sus venas, no paró de tocar y bailar. Cerró invitando a subir a Sean Jones. Dos trompetas, dos estilos, una celebración rítmica.

 
La noche final incluyó a Marco Pignataro, inspirado por el amor y acompañado de Ehud Ettun, Alan Pascua y Adam Cruz presentando Almas Antiguas, una producción musical exquisita, que combina piezas románticas, con la sapiencia que da la madurez y el dominio del escenario, con particulares arreglos hechos sobre piezas como "Alfonsina y el mar" y tradicionales italianas como "Las doce de la noche", así como composiciones de Pignataro.

Un músico cautivante y lleno de energía es William Cepeda, trombonista puertorriqueño que sobre la base de ritmos autóctonos de Puerto Rico fusionado con jazz, expuso su propuesta de música experimental. El dinamismo y la energía que da en el escenario es sorprendente. Este músico de apariencia frágil llena de vitalidad la escena. Más allá de ser buen músico, ha trascendido por ser un inquieto investigador de las raíces musicales antillanas y ha puesto énfasis en la publicación de libros, el estudio y la participación en conciertos sinfónicos de envergadura. Su trabajo es un aporte importante para la preservación de la música tradicional de Puerto Rico y la formación de jóvenes músicos sobre la base de la identidad.

La noche cerró, como es ya tradicional, bailable. Esta vez, Fefita La Grande le puso pimienta a esta edición del festival, más que con su música, con su peculiar estilo interpretativo y singular forma en el escenario.

La vigésimo primera edición del Dominican Republic Jazz Festival incluyó además funciones en Santo Domingo y Santiago, así como talleres y clases magistrales para estudiantes con los músicos participantes.

 
Nuestra amiga Luisa Rebeca Valentín, nació en Santiago. A muy temprana edad, se inicia en las artes.  Primero con la escritura, el ballet clásico, la danza moderna, la danza folklórica y luego, a través de estudios de pintura, música, canto y teatro. Ha hecho poesía, canciones, montajes de conciertos, regiduría de escena, escenografías y animación cultural. A partir de 1999 participa en numerosas obras de teatro.
Luisa Rebeca es periodista, escritora y correctora de textos.  En 1989 ingresa al periodismo de manera formal, como periodista y correctora de estilo.  Ha laborado para los periódicos Listín Diario, El Siglo, Voz Diaria, El Caribe y La Información. Ha trabajado en relaciones públicas, como conductora, reportera, presentadora, y más. Ha ganado premios como ensayista. Ha sido Maestra de Ceremonias de muchos eventos, incluyendo varias versiones del DR Jazz Festival.
Las gracias por este artículo y fotos para Jazz en Dominicana

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