miércoles, 22 de junio de 2016

Los 10 de Jazz en Dominicana por Jordi Masalles

Los 10 de Jazz en Dominicana por Jordi Masalles

Cuando quise escribirle unas líneas a mi amigo, Fernando Rodríguez, con motivo de los 10 años de Jazz en Dominicana (http://jazzendominicana.blogspot.com), inmediatamente pensé en cantidad, diez años son muchos años para este tipo de proyectos! Y le pedí que me enviara un dossier para enumerar eventos, conciertos, escritos y todo lo que se le hubiera podido ocurrir a este soñador a lo largo de toda esta última década, pero cuando lo recibí, me encontré con que ese no era el camino, pues su dossier es tan extenso que serían mis líneas las que no cabrían aquí.

Desde sus inicios, Jazz en Dominicana me pareció un proyecto importantísimo, no solo para el espectro del jazz, sino para todo el espectro musical dominicano, pues, hasta que este Quijote irrumpe con su “persecución de molinos”, eran muy limitadas las plazas para disfrutar del jazz en nuestro país.

La existencia, y la persistencia de Jazz en Dominicana, tiene para mi dos vertientes, la primera, corresponde al impacto que ha tenido en todo el país, en lo que se refiere a la proliferación de diversas plazas para escuchar buena musica, el jazz. Toda esta actividad ha coincidido con la gran pléyade de músicos jóvenes que están saliendo del Conservatorio Nacional de Música (CNM) del área de Música Popular, que empezó con mi querido amigo Joe Nicolás como director, y que ha proseguido con mucho éxito, mi también querido amigo, Javielo Vargas.

El talento que esta institución ha logrado atraer, junto a la excelente preparación académica que brinda, ha quedado demostrado con la reacción que han tenido los profesores del Berklee College of Music en las tres versiones del programa “Berklee en Santo Domingo”, que se han llevado a cabo en el CNM, y sobre todo con la gran asignación de becas para que los mas talentosos de estos músicos puedan estudiar en esa afamada escuela.

Desde el punto de vista personal, le agradezco infinitamente la cabida que siempre me ha brindado Fernando en sus espacios, él solo tiene una ligera idea de lo que significa para mi poder ejercer una de mis mayores pasiones, la música. Una pasión a la que llegué después de los 20 años, todo un anciano desde el punto de vista de formación musical, ya adentrado en la profesión que ejerzo para vivir, y por la cual también tengo una gran pasión, la arquitectura, y debo señalar, que totalmente autodidacta. Es por ello que me considero muy afortunado de contar con su amistad, porque esto me ha permitido poder compartir los escenarios musicales con verdaderos maestros de la música.

 

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